domingo, 3 de julio de 2011

LAMENTO POR JERUSALÉN. Mt 23,37-39.

                       37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas, pero no habéis querido!
38 Pues mirad, vuestra casa se os quedará desierta (Jr 7,14), y
39 os digo que ya no volveréis a verme hasta que exclaméis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! (Sal 118,26).

EXPLICACIÓN.

37 - 39.         La ciudad santa se ha convertido en asesina (cf. Is 1,21-23). Imagen del ave que protege a sus polluelos (Dt 32,10s; Is 31,5; Sal 36,8).

                     El amor de Jesús por Israel ha fracasado ante la mala voluntad (37). Predicción de la ruina (cf. Jr 22,5; 12,7; 1 Re 9,7ss). Vuestra casa, la ciudad y la nación misma. Su encuentro con Israel en el futuro, condicionado a la conversión (38-39).

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