martes, 19 de julio de 2011

B. LA PASCUA DE JESÚS. La preparación. Mt 26,17-30.

17El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
- Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? 18 Él contestó:
-Id a la ciudad, a casa de Fulano, y dadle este recado: «El Maestro dice que su momento está cerca y que va a celebrar la Pascua en tu casa con sus discípulos».
19Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la cena de Pascua. 

Anuncio de la traición (Mc 14,17-21; Lc 22,21-23; Jn 13,21-30)

20Caída la tarde se puso a la mesa con los Doce.
21Mientras comían, dijo:
-Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.
22Ellos, consternados, empezaron a replicarle uno tras otro:
-¿Acaso soy yo, Señor?
23Respondió él:
-Uno que ha mojado en la misma fuente que yo me va a entregar. 24El Hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay de ese hombre que va a entregar al Hombre! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.
25Entonces reaccionó Judas, el que lo iba a entregar, diciéndole:
-¿Acaso soy yo, Rabbí?
Respondió:
-Tú lo has dicho. 

La eucaristía (Mc 14,22-26; Lc 22,15-20; 1 Cor 11,23-25)

26Mientras comían, Jesús cogió un pan, pronunció una bendición y lo partió; luego lo dio a sus discípulos, diciendo:
-Tomad, comed: esto es mi cuerpo.
27y cogiendo una copa, pronunció una acción de gracias y se la pasó, diciendo:
-Bebed todos de ella, 28  pues esto es la sangre de la alianza mía, que se derrama por todos para el perdón de los pecados. 29 0s digo que desde ahora no beberé más de este producto de la vid hasta que llegue el día en que lo beba entre vosotros, nuevo, estando yo en el reino de mi Padre.
30y después de cantar salieron para el Monte de los Olivos. 

EXPLICACIÓN.

17-30. Tríptico. Los Ázimos, panes sin levadura que sustituían al pan ordinario durante el período pascual (Éx 12,14-20). Los discípulos recuerdan a Jesús que ha de ser celebrada la cena. Los manda a todos (Mc: dos) a dar el recado. Su momento es el de su muerte (17-19).

Los Doce (20) se identifican con los discípulos (v. 18). Anuncia la traición: tristeza e inseguridad (22). Mojar en la misma fuente, gesto de amistad e intimidad (23). Oposición entre el Hombre, el portador del Espíritu de Dios, y ese hombre, que carece de él (cf. 17,22s). Al entregar al Hombre a la muerte, judas anula en sí mismo todo valor humano, renuncia para siempre a su plenitud de hombre. Más le valdría no haber nacido (24). Sin reproche alguno, Jesús identifica al traidor: último esfuerzo para que recapacite (25).


Cuerpo (26), la persona en cuanto identificable y activa; sangre (27), símbolo de la muerte violenta, denotaba también a la persona en cuanto entregada a la muerte. Pan, alimento, indispensable para la vida; símbolo de la Ley. Para el discípulo, la norma de vida es Jesús mismo, su persona y su actividad. La invitación a comer el pan (26) es una invitación al seguimiento. Simboliza Jesús su entrega a ellos por amor; ellos, a su vez, deberán entregarse a todos en el pan que repartan (14,19; 15,36). La copa (27), símbolo de la pasión y muerte (20,22). La alianza mía, Jesús toma el puesto que tenía Dios en la antigua alianza (cf. 16,18: «La comunidad mía/mi comunidad". Invita a beber de la copa, a asimilarse a su entrega (16,24; 26,7). Derramar (28) se dice del Espíritu al 3,1s): quien bebe de la copa, comprometiéndose a una calidad de amor como el de Jesús, recibe el Espíritu. No dice Mt que coman el pan ni beban de la copa: la decisión deberán hacerla ante el hecho de la cruz. Vino nuevo (29, cf. 9,17), amor nuevo: no ya el que se exigía a Israel, (22,39), sino el servicio a los hombres hasta dar la vida (20,28). Podrá beberlo a partir de su muerte, por la que entrará en el reino del Padre (cf. 13,43); serán los discípulos los que produzcan el nuevo fruto de la vid (21,41).


No hay comentarios:

Publicar un comentario