martes, 24 de mayo de 2011

B. OPOSICIÓN DE LOS DIRIGENTES E INCOMPRENSIÓN DEL PUEBLO. Emisarios de Juan Bautista y elogio de Juan. Mt 11,2-19.

                    2 Juan se enteró en la cárcel de las obras que hacía el Mesías y mandó dos discípulos a preguntarle:
                   3 -¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otro?
                   4 Jesús les respondió:
                   - Id a contarle a Juan lo que estáis viendo y oyendo:
                   5 Ciegos ven y cojos andan,
                      leprosos quedan limpios y sordos oyen,
                      muertos resucitan
                      y pobres reciben la buena noticia (Is 26,19).
                   6 Y ¡dichoso el que no se escandalice de mí!
                   7 Mientras se alejaban, Jesús se puso a hablar de Juan a las multitudes:
                   - ¿Qué salisteis a contemplar en el desierto?, ¿una caña sacudida por el viento?
8 ¿Qué salisteis a ver si no?, ¿un hombre vestido con elegancia? Los que visten con elegancia, ahí los tenéis, en la corte de los reyes.
9 Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver un profeta? Sí, desde luego, y más que profeta;
10 es él de quien está escrito:


                  Mira, yo envío mi mensajero delante de ti;
                  él preparará tu camino ante ti (Éx 23,20; Mal 31).

                11 Os aseguro que no ha nacido de mujer nadie más grande que Juan Bautista, aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él.
12 Desde que apareció Juan hasta ahora, se usa la violencia contra el reinado de Dios y gente violenta quiere quitarlo de en medio;
13 porque hasta Juan los profetas todos y la Ley eran profecía,
14 pero él, aceptadlo si queréis, es el Elías que tenía que venir.
15 Quien tenga oídos, que escuche.
              16 ¿A quién diré que se parece esta generación? Se parece a unos niños sentados en la plaza que gritan a los otros:


              17 "Tocamos la flauta y no bailáis,
              cantamos lamentaciones y no hacéis duelo".


              18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron que tenía un demonio dentro.
19 Viene el Hombre, que come y bebe, y dicen: "¡Vaya un comilón y un borracho, amigo de recaudadores y descreídos!" Pero la sabiduría de Dios ha quedado justificada por sus obras.

EXPLICACIÓN.

2 - 19.      La pregunta de Juan Bautista revela su duda. El que había de venir (3,11). Juan anunciaba el bautismo/inicio del Mesías (3,10.12). Jesús, en cambio, soporta la oposición (9,11-13.14). Jesús se remite a sus obras (4s), con frases de los profetas que anunciaban la liberación y la salvación (Is 35,5; 29,18; 26,19; 61,1). Ningún rasgo de juicio. Aviso y bienaventuranza (6, cf. 3,14s). Elogio de Juan ante las multitudes (7-15). Más que profeta, por ser el precursor del Mesías (9s). Diferencia entre AT (nadie más grande) y reinado de Dios (el más pequeño, más grande que él) (11). Mientras el reinado de Dios era sólo promesa, todos estaban a favor; pero en cuanto llega la realidad y exige la enmienda (3,2; 4,17), es decir, la cesación de la injusticia, los círculos de poder se ponen en contra y usan la violencia contra él (12s). Juan encarna la figura de Elías (14), el precursor inmediato del Mesías. Critica de los que no aceptaron a Juan ni aceptan a Jesús (16-19), de los violentos (12). Difaman a ambos para neutralizar su mensaje. La sabiduría = el plan de Dios, actuando en las obras liberadoras del Mesías (11,2-5). A la difamación responde con los hechos.

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